Ya han
empezado el curso escolar todos nuestros niños pero a diferencia de otros años
una vez salen de la escuela suelen irse a casa directamente sin poder jugar con
sus amigos debido al momento que estamos viviendo por lo que es importante
encontrar momentos de ocio y diversión así que tengo en mis manos un cuento de
lo más gracioso llamado El moquito.
Este
cuento me llamó la atención porque justo unas semanas antes el pequeño Jan
estaba jugando con su tío y de broma el tío hizo ver que se sacaba un moquito y
él lo hizo de verdad así que es un buen momento para poder hablar sobre higiene
y los buenos hábitos.
Este
cuento tiene como protagonista a Gonzalo; un niño muy curioso que ha estado
hurgándose la nariz y se ha encontrado con un moquito entre sus dedos y está
pensando que puede hacer con él.
Ha tenido
la gran idea de hacer como papá y pegarlo debajo de la mesa o incluso entre los
cojines como hace su hermana pero de pronto recuerda que su mamá le ha dicho
que tiene que ponerlo en un pañuelo pero cree que eso no es nada divertido así
que desiste de esa idea y sigue pensando.
Ha pensado
comérselo pero es imposible porque hacerlo con todos los que se saca sería una
locura así que mientras sigue pensando el moquito sale disparado y ha ido a
parar en la pared.
Lo recoge
y finalmente hace caso a su mamá, lo pone en un pañuelo y lo tira a la basura.
Ahora toda
buscar en el otro agujero para ver si hay alguno.
Es una
buena forma de enseñar a nuestros niños la importancia de la higiene y de los
buenos hábitos; en este caso que tienen que usar un pañuelo.
Sabemos
que muchos niños pequeños no lo usan, en la escuela lo he visto muchísimas
veces incluso coger la mancha de su jersey o la chaqueta y limpiárselos por lo
que creo es esencial enseñarles como tenemos que hacer cada cosa; coger el
pañuelo, hacer sonar la nariz, doblarlo bien y tirarlo en la basura o en la
papelera; de esta forma adquieren buenos hábitos.
Martina su
hermana mayor siempre le dice que eso no se hace y le enseña cómo debe hacerlo;
un referente es importante porque siempre imitan los más pequeños a los
hermanos mayores y si toman buen ejemplo tendrán unos hábitos de lo más
saludables.
El cuento
tiene un fondo muy gracioso; sin duda cuando venga su tío Jan le enseñará donde
hay que poner los moquitos y lo reñirá como dice él porque creyó que lo pegaba
en la mesa.
No hay
nada mejor que enseñar de una forma divertida.
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