jueves, 20 de diciembre de 2018

Cítricos Portelles, del árbol a nuestra mesa


Ha llegado el frío y con él los primeros resfriados por lo que nada mejor que tomar algo saludable y delicioso como las mandarinas y las naranjas aprovechando que ya se empiezan a cosechar; podemos tomarlas directamente o en zumo si lo preferimos y como en casa nos encantan hemos probado las de Cítricos Portelles.


Cítricos Portelles se encuentra en la comunidad Valenciana concretamente en Gandía y nos ofrecen cítricos ecológicos y convencionales.
Los cítricos ecológicos destacan porque están libres de residuos y tienen el mínimo impacto del hombre sobre el medio ambiente; eso significa que son muy saludables.
Los cítricos convencionales a diferencia de los anteriores no están exentos de que se hayan podido usar algún tipo de químicos para mejorar tanto su sabor como su apariencia en referencia a su color.


Cuando adquirimos la fruta en nuestro supermercado habitual podemos ver las diferencias de sabor respecto a la frutería de nuestra ciudad o a las empresas que se dedican en exclusiva a estos productos y que los cuidan desde la floración hasta el momento de recoger el fruto ya maduro.

Con estas mandarinas se puede apreciar por el sabor que no han madurado en cámaras frigoríficas sino que se ha hecho siguiendo el proceso tradicional.


Muchas veces adquirimos la fruta en nuestro supermercado por ahorrarnos algunos euros pero sin duda no hay nada mejor que gastar un poco más pero saber que comemos fruta de gran calidad que nos aportará las vitaminas necesarias para nuestro cuerpo y organismo.


En casa siempre intentamos comer de manera sana y saludable sobre todo si hay niños pequeños para ser un buen ejemplo para ellos.

Las mandarinas fueron recogidas el mismo día que se mandaron por lo que tienen como podéis apreciar un color naranja precioso y la verdad es que el sabor está muy bueno; no son ni muy dulces ni tienen ese toque ácido que hace que hagamos muecas y además algo que siempre me gusta es que tengan mucho zumo y en este caso es así porque tienen la piel muy fina y son muy jugosas.

Estas mandarinas que tengo en mis manos se llaman CLEMENVILLA, la trajeron unos comerciantes de narajas de la comarca LA SAFOR A PRINCIPIOS DE LOS AÑOS 70 y se adaptó perfectamente al clima lo que da como resultado que sean unas mandarinas de gran calidad y con un sabor inimaginable.
Su mandarina es híbrida, tiene cruce entre
clementino fino y el tangelo Orlando que fue realizado por Gardner y Bellows en los años 40 del siglo XX en florida.




Es sensible al frio y su maduración se produce entre diciembre y enero, siendo en diciembre el momento idóneo para comenzar su recolección, la cual se alarga hasta mediados de febrero.

El envío fue estupendo porque el mismo día que se recogieron fueron mandadas y en menos de 24 horas ya las tenía en casa para que todos pudiéramos disfrutar de ellas.

Cuando llegaron fue imposible resistirse a probar una y al pelarlas notas que es sencillo, tienen un buen tamaño y están en su punto óptimo de maduración; al no ser muy dulces ni ser ácidas son ideales para toda la familia.ç
Su fruto maduro presenta un color naranja-rojizo intenso con una textura adecuada y de buen tamaño de calibre medio-grande. Por lo que respecta a la pulpa, esta es tierna no representa semillas y ofrece gran contenido de zumo.


La caja era muy completa porque venían unos 12 kilos de mandarinas que hace que podamos repartirlas con nuestros padres y hermanos y que ellos también puedan probarlas y degustarlas.

Yol as tengo expuestas en mi frutero/verdulero sin ponerlas en la nevera y se conservan bien a temperatura ambiente.


Si os gustan las mandarinas y naranjas y queréis consumirlas de buena calidad aprovechad y haced un pedido; podréis deleitaros con el sabor de Valencia; fruta recién cogida del árbol que podemos comerla en casa sin necesidad de salir de ella para ir a comprarla.

Echarle un vistazo a su fruta y hacer vuestro pedido.

Podéis encontrar más información en:

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